domingo, 18 de enero de 2015

El Unschooling y la Crianza Consciente me han hecho ser mejor persona...


Ellos son mi motor. Gracias Ainara, Urtzi y Naikari por haberme escogido. 

El hecho de no querer ser autoritarios con nuestros hijos ni querer dirigirlos académicamente ha hecho que, tanto mi pareja como yo, nos planteásemos y nos cuestionásemos muchas más cosas sobre la forma, que tenemos algunos adultos, de relacionarnos con los niños y demás personas.

Nos hemos dado cuenta de que los niños sólo pueden llegar a ser ellos mismos en la medida que se sientan queridos, valorados, respetados, tenidos en cuenta, importantes... Necesitan de cierta seguridad psicológica para sacar lo mejor que hay en ellos.



Al querer respetar sus necesidades nos hemos dado cuenta de la importancia de respetar las nuestras y las de los demás adultos. Al querer hablarles sin gritos ni sin amenazas hemos visto que entre los adultos también es necesario relacionarnos con respeto y amor. Cuando hemos querido dejar de juzgarlos o criticarlos hemos visto la importancia y la necesidad de dejar de juzgar y criticar a las demás persones que no son como nosotros. Al validar sus sentimientos y emociones hemos visto la importancia de validar a las demás persones cuando no actúan o son como a nosotros nos gustaría que fuesen. Al no castigarles, premiarles ni sobornarles hemos visto otra forma más amorosa y pacífica de relacionarnos entre los adultos, también. Cuando les hablamos de nuestras necesidades en vez de exigirles obediencia vemos y reconocemos como nos hemos estado relacionando con nuestros familiares y amigos de forma agresiva.

Querer ser “buena” madre (la madre que cada uno de mis 3 hijos necesita que sea) ha hecho que sea mejor esposa, mejor compañera, mejor amiga... en definitiva... soy mejor persona gracias a nuestros 3 tesoros. Ellos han hecho que yo quiera  y necesite crecer y aprender y desaprender cada día de mi vida junto a ellos. Al querer lo mejor para ellos cuestioné y cambié muchas creencias viejas que ya no me sirven y este cambio personal hizo y sigue haciendo que las demás personas de mí alrededor también se beneficien de ello.



No puedo ser respetuosa con ellos y no serlo con mi pareja o mis amigos o familiares. No puedo dejar de juzgarlos y estar juzgando al vecino. No puedo darles libertad y exigir coses a los demás. No sé validarles y no entender  o empatizar con los demás...

La primera vez que vi la película “Mejor Imposible” de Jack Nicholson (As Good As It Gets, en inglés), hace unos 12 años (aún no era madre), me encantó el trozo de la conversación que Jack tiene con Helen Hunt en donde ella le pide que le diga algo bonito y después de pensárselo un poco Jack le dice: “Tú haces que yo quiera ser mejor persona”. Esa frase me llegó muy adentro en ese momento y pensé que eso era lo más bonito que alguien te puede decir. Bien, pues... Nuestros hijos han hecho que tanto mi pareja como yo queramos ser mejores padres y en definitiva nos ha hecho, también, ser mejores persones.



No ha sido solamente el hecho de ser padres lo que nos ha hecho darnos cuenta de que podíamos mejorar como personas sino el querer criarlos de una forma más consciente. La Crianza Consciente ha hecho que nos cuestionemos muchas de las actitudes que se suelen tener con los niños y que socialmente están aceptadas. Alguien dijo una vez (no recuerdo quien) que si un gran grupo de personas hace algo “mal”, equivocado, erróneo... por un periodo de tiempo lo suficientemente largo eso dejaba de verse así y se convertía en lo normal o lo correcto. Viene a decir que si MUCHAS personas hacen algo equivocadamente durante MUCHO tiempo eso se vuelve cotidiano y por tanto es aceptado por la mayoría sin ser cuestionado. Como por ejemplo, gritarles, amenazarles, castigarles, sobornarles, criticarles, obligarles a aprender algo que ni tan siquiera les interesa ni entienden todavía.

Yo digo y defiendo que NO tiene por qué seguir siendo así. Otra forma de relacionarnos con los niños no sólo SÍ es posible sino que es urgentemente necesaria.

El Unschooling nos ha hecho ver que cuando a un niño se le permite ser él mismo en un entorno cálido, seguro y rico el aprendizaje surge espontáneamente. No se puede no aprender. Los niños aprenden de todo en todo momento y sin la necesidad de motivarles externamente.




Gracias a la Crianza Consciente y al Unschooling nuestros hijos pueden ser las persones que han venido a ser, libres de expectativas, juicios y críticas por parte nuestra.

Gracias a la Crianza Consciente y al Unschooling yo he tenido la oportunidad de sanar viejas heridas de mi infancia al poder darles a mis hijos algo muy distinto de lo que yo recibí. He podido desescolarizarme tanto física como mentalmente y eso me ha ayudado a ver mejor a las personas por lo que son y no por lo que hacen o tienen.



Os invito a navegar por la Crianza Consciente y el Unschooling conmigo y con todas las demás familias que estamos en este maravilloso y recuperado camino. Gracias por leer esto y estar aquí. Hay niños que te necesitan no lo olvides. Sé tú el cambio que este mundo necesita. Seamos todos el mejor modelo para la próxima generación y rompamos las cadenas del pasado.


4 comentarios:

  1. Que grandes palabras Yvonne.
    Me alegro de que junto a tu familia hayas podido convertirte en mejor persona, ojalá los demás también lo consigamos. Y ojalá desterremos poco a poco todas esas prácticas habituales pero no por ello buenas.
    Besos

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    1. Hola, Puri, bonita!!!!!!!!!!! que bonito y necesario sería poder volver a conectar con nuestra verdadera esencia perdida y no volver a perderla. En nuestras manos está el que no repitamos esos viejos patrones.
      Un beso.

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  2. Gracias Yvonne por compartir, este artículo tuyo me gusta especialmente.

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  3. Gracias Raquel por comentar. Me alegra saber que te gusta lo que comparto.
    Un beso.

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